Si eres en algo parecido a mí, todos los años, en Enero, empiezas un ritual que pasa por imaginarte lo que quieres conseguir este año que recién empieza. Las famosas listas de objetivos o buenas intenciones de año nuevo. Pero, ¿cuándo es el momento en que más gente vuelve a revisar esos objetivos? ¡¡En Diciembre!!
De hecho, las estadísticas y encuestas dicen que sólo el 9% de las personas que se marcaron unos objetivos al empezar el año acabaron consiguiéndolos…
He dedicado muchos años a buscar un método que me sirva para conseguir mis objetivos. A fuerza de fracasar año tras año (pero cada vez acercándome más al resultado que quería conseguir), he ido perfeccionándolo. Así, he llegado al método que me sirve para alcanzar aquellas metas que me propongo.
Para empezar, partimos de una herramienta muy útil para evaluar dónde te encuentras en este momento en diferentes aspectos que afectan a tu felicidad: la Rueda de la Vida.
Existen muchos tipos diferentes de ruedas de la vida, pero a mí me gusta esta por su simplicidad. Cuantas menos áreas, más sencillo se hace el proceso que te voy a contar a continuación.
La rueda de la vida
- Primero de todo, quiero que imagines cómo sería tener un 10 en cada unas de esas categorías (físico, carrera, emocional, finanzas, relaciones, espiritual). Puedes renombrarlas como desees, pero es importante que no agrandes mucho el número. 8 diría que es el máximo. Sobre todo, si eres alguien a quien le ha costado conseguir sus objetivos en el pasado. Ahora, piensa en cada categoría. Describe qué tendría que haber sucedido a final de este 2018 para poder darle la máxima calificación. Y sí, coge un boli, escribe en papel. ¡No querrás que esos sueños tan bonitos salgan de tu cabeza para no volver!
- Ya sabes cómo sería tu vida 10 en todos los aspectos cuando acabe el año. Ahora, tienes que puntuar las categorías por su estado actual, por cómo de cerca o lejos estás de ese ideal. Teniendo claro lo que supone un 10, ¿a qué ahora es más fácil puntuar dónde te encuentras? Reconocer a tu mente que donde estás ahora mismo no es donde te gustaría estar en el futuro, actúa como un excelente motivador. Esa insatisfacción no le gusta a tu cerebro. Créeme, hará todo lo posible por conseguir que te alejes de donde estás y te acerques a tu ideal. ¡No quieres que tu cerebro esté cómodo y relajado!
- Y para acabar este ejercicio, quiero que describas por qué quieres un 10 en cada una de esas áreas. ¿Cómo te haría sentir? ¿Qué supondría para ti? ¿Cómo cambiaría tu vida? Si el porqué no existe, no deja de ser un sueño. No es un compromiso con algo que vas a conseguir. El propósito de un objetivo no es simplemente un resultado, es cómo ese resultado te moldeará como persona. Cuanto más potente sea tu porqué, más capacitada/o estarás para superar los obstáculos que aparezcan por el camino.
Si el porqué no existe, no deja de ser un sueño y no un compromiso con algo que vas a conseguir.
¡Genial! Ya tienes claro tu ideal, dónde te encuentras y el porqué. ¿Qué sigue ahora?
Elige aquellas tres áreas que más se alejen de tu objetivo final y fija una serie de resultados que quieres conseguir en el mes de Enero que supondrán un paso hacia la meta soñada. Por ejemplo, mi 10 en el plano físico es así:
Y para este mes de Enero, me he puesto los siguientes objetivos:
- Recuperarme al 100% de una lesión de espalda que tuve (me rompí tres costillas… 😢)
- Hacer ejercicios de glúteos cada dos días
- Realizar ayunos intermitentes al menos 5 días por semana
- Durante dos ventanas de 4 días, seguir una dieta cetogénica
*Recuerda que a la hora de redactar estos objetivos debes seguir la metodología SMART, que tus objetivos sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y que tengan un tiempo determinado (en este caso es Enero, eso ya lo tienes 😄)
REPETICIÓN, REPETICIÓN, REPETICIÓN
Como ya he dicho, no puedes fijar metas una vez, no revisarlas nunca más y esperar resultados a largo plazo. Stephen Curry, poseedor del récord de triples anotados en una temporada en la NBA, tira unos 2.000 tiros por semana, 250 al día, más 100 los días de partido. Un ganador no se hace solo escribiendo esas líneas que te he puesto arriba. Ahora tienes que salir y poner tus repeticiones, porque la repetición es la madre de la habilidad.
Tu inconsciente ya sabe en qué dirección tiene que moverse, pero ahora te toca espolearla cada semana para que avanzar en la dirección que deseas. Yo lo consigo revisando cada mañana los objetivos que me he fijado para ese mes (como los que ves arriba) y, además, bloqueando una hora a la semana para fijar en qué momento de la semana siguiente voy a realizar cada una de las acciones que me van a llevar a conseguir ese objetivo.
Revisión y planificación
La mejor manera para revisar de manera sistemática tus objetivos en tenerlos en un lugar muy visible. Yo los tengo en un tablero de visualización en mi despacho, para verlos nada más me siento a trabajar. Laura nos indicaba que ella escribe sus objetivos en la nevera. Así, antes de preparar el desayuno, nada más empezar el día, ¡ya tiene claro hacia dónde tiene que dirigir sus energías! Adicionalmente, el Viernes por la tarde hago lo siguiente:
- Primero, reviso cuáles son mis objetivos para 2018 en cada área y porqué quiero conseguirlos. Visualizo cómo me sentiré a final de año cuando lo haya conseguido. Esa visualización te pone en un estado mental óptimo para afrontar la planificación.
- Recapitulo los principales logros de la semana pasada y me felicito por ellos. Aquí no hay lugar para la queja o los peros. Solo un espacio en el que estar satisfecho por lo conseguido, sea mucho o poco.
- Pienso cuáles son los resultados más importantes que tengo que conseguir la semana siguiente y bloqueo en el calendario los horarios más convenientes para dedicarme a cada uno de ellos. Además, los destaco en un color distinto al resto de acciones/reuniones/llamadas que tenga que hacer. De esa manera, sé que puedo no dedicarme a alguna acción previamente planeada cuando llegue el momento, pero que las destacadas son inamovibles e improrrogables.
- Después, planifico el resto de la semana en función del tiempo que haya quedado liberado por las tareas destacadas.
¿Cuál es tu método?
Y tú, ¿qué método sigues para lograr tus objetivos? ¿Crees que el que te acabo de enseñar te podría servir? ¿Necesitas ayuda o una persona a la que rendir cuentas para no desviarte del camino? Pues solo tienes que contactarme aquí, para tener llamada gratuita y te explico cómo puedo ayudarte.